Metatarsalgia
La metatarsalgia es el término atribuido al dolor localizado en la región del antepié, bajo las cabezas de los metatarsianos (las prominencias óseas donde se articulan las falanges de los dedos del pié)
La metatarsalgia es el término atribuido al dolor localizado en la región del antepié, bajo las cabezas de los metatarsianos (las prominencias óseas donde se articulan las falanges de los dedos del pié)
Para entender la metatarsalgia hay que entender la mecánica del pié. El pie, durante la bipedestación, sujeta el peso de todo el organismo. Este peso y las tensiones que origina se distribuyen de forma equilibrada entre las distintas estructuras que lo forman: huesos, músculos, ligamentos y tendones. Durante el apoyo del pie en extensión y con flexión anterior de los dedos (como ocurre al caminar o al ponernos de puntillas), el peso del organismo cae sobre la cabeza de los metatarsianos. Una alteración en la distribución de esas cargas sobre las estructuras del pie puede sobrecargar estas estructuras produciendo una metatarsalgia.
Existen diversas razones que pueden ocasionar dolor en el antepié, y el término metatarsalgia sirve para diferenciar las molestias de la segunda, tercera y cuarta cabezas metatarsianas de otros dolores del antepié.
La causa final de la metatarsalgia es la sobrecarga repetida de la región del metatarso durante la marcha, y los factores que influyen en dicha sobrecarga son anatómicos y biomecánicos. La morfología de la zona (factores anatómicos) condicionan la distribución del peso del organismo, en reposo, entre las distintas estructuras del pie. Sobre esta distribución del peso, en el movimiento, influyen los factores biomecánicos que determinan la carga en las distintas regiones en las distintas fases del ciclo del caminar.
Las condiciones que supongan una alteración en la morfología del antepié, o de la biomecánica natural de la marcha, pueden condicionar una sobrecarga. Entre las causas más frecuentes están las alteraciones en la longitud de los metatarsianos, el hallux valgus, el pie equino o varo, la insuficiencia de los músculos gastrocnemios, etc.
Es importante saber que las lesiones del retropié, la rodilla y la pierna también pueden condicionar la aparición de una metatarsalgia, al alterar la biomecánica de la marcha.
Los expertos hablan de tres tipos de metatarsalgia:
La clasificación de la metatarsalgia es útil para identificar las causas de dolor del antepié y para que el médico pueda aconsejar el mejor tratamiento.
La metatarsalgia se define por su síntoma, el dolor del antepié, por lo que el diagnóstico lo da la persona afectada al describir su dolencia. El examen y la investigación que indique el personal clínico irán dirigidas a averiguar las causas de la metatarsalgia.
Para estudiar las relaciones anatómicas del antepié y la biomecánica es imprescindible la exploración física y la observación de la marcha, con estudio biomecánico de la misma. En la exploración física podemos detectar anomalías anatómicas, alteraciones en la movilidad del pie y del antepié, debilidades o hipertrofias musculares, etc que condicionen la sobrecarga del antepié. Además, la presencia de callosidades y su forma ayuda a definir qué tipo de sobrecarga se está produciendo, si es estática o ocurre en alguna fase de la marcha.
Posteriormente, la realización de radiografías en reposo y en carga permite estudiar las estructuras óseas del pie y la alineación, midiendo la longitud y los ángulos que se forman entre estas estructuras. La Resonancia Magnética aporta menos información sobre la anatomía y biomecánica del pie, aunque puede ayudar a descartar otros procesos como el Neuroma de Morton o la bursitis.
Es importante que el paciente comunique a su médico si ha sido intervenido en el pie en alguna ocasión.
Es la primera opción de tratamiento que se debe seguir y solo en caso de que este falle, se deberá considerar la opción quirúrgica. Generalmente, es suficiente para controlar los síntomas.
El tratamiento conservador se basa en una combinación de medidas para disminuir la carga en el antepié. Los pilares del tratamiento son tres:
Además, el tratamiento de la queratosis plantar (callo) por un especialista disminuye la intensidad de los síntomas, aunque los callos tienden a recurrir.
Se opta por la cirugía de la metatarsalgia cuando los tratamientos conservadores no tienen el resultado esperado. Se propone la alternativa quirúrgica con el fin de normalizar la distribución de la suela del pié. Las técnicas clásicas realizaban correcciones quirúrgicas de los huesos del metatarso para modificar la distribución de las cargas. En las últimas décadas se ha demostrado que en ocasiones no es necesario operar el hueso (que son cirugías más complejas y de tiempo de recuperación más prolongado) y se puede actuar sobre los tejidos blandos (músculos, tendones, fascias y vainas sinoviales) para modificar la distribución de cargas.
Actualmente existen dos grupos principales de técnicas quirúrgicas para tratar la metatarsalgia:
La elección de la técnica quirúrgica más apropiada depende de la causa de la metatarsalgia, de los factores anatómicos y biomecánicos implicados, y de la pericia de cada especialista con cada tipo de técnica. Cada caso habrá que estudiarlo individualmente para definir lo mejor para la persona afectada. En todo caso, ninguna técnica es globalmente mejor que las demás, sino que está más o menos indicada.
La recuperación postoperatoria de metatarsalgia:
Nuestros especialistas aconsejan a los pacientes de metatarsalgia a cuidar una serie de factores:
Clínica CEMTRO posee una amplia experiencia en el tratamiento de las deformidades del pie: trabajamos en conjunto con un equipo de podólogos para ofrecer los mejores tratamientos conservadores y contamos con una dilatada maestría en las técnicas quirúrgicas de metatarsalgia y de este complejo campo de la traumatología.