Kathiely Lemes es una jugadora de 26 años del Club Balonmano Alcobendas. Acudió a Clínica CEMTRO tras sufrir una lesión en el transcurso de un partido. Con un cuadro traumatológico severo, la balonmanista se enfrentaba a una lesión de ligamento cruzado y menisco.
En pleno partido, Kathiely Lemes realizó una táctica deportiva consistente en engañar al oponente sobre cuál será su verdadera posición y qué acción hará a continuación. Lo que se conoce como “finta”. Ello terminó provocando que la otra jugadora chocara con su rodilla haciendo que ésta se desplazara hacia atrás provocando la lesión.
Cuando me lesioné acudí a Clínica CEMTRO por recomendación de mi club. Me confirmaron que son especialistas en lesiones traumatológicas y entendían mi situación como deportista. Tras una valoración inicial, el dictamen fue tener que ser intervenida quirúrgicamente. A los seis meses ya pude volver a pista.
La jugadora fue tratada por el Dr. Jesús Manuel Cortés Villar, miembro de la Unidad de Rodilla, del que se destaca su amplia experiencia en el tratamiento de lesiones del Ligamento Cruzado y Menisco.
Lesión de ligamento cruzado y menisco. Diagnóstico.
La rodilla es una de las zonas fundamentales de movilidad que tenemos en nuestro cuerpo. Su funcionamiento, así como los desplazamientos de la tibia sobre el fémur, depende de los ligamentos conocidos como “ligamento cruzado posterior y anterior”.
Otorgar estabilidad a la rodilla y facilitar el desplazamiento de la tibia es una de las funciones principales de los ligamentos. Siendo los que más frecuentemente se lesionan ante cambios bruscos en el movimiento y rotación de la rodilla.
En el caso de la jugadora del Alcobendas el impacto sufrido en su rodilla, en el momento que realizaba un movimiento brusco de la pierna, provocó también una lesión de menisco.
Este tipo de lesiones son muy graves ya que, aunque existen diferentes grados en la clasificación de estas lesiones, como por ejemplo la parameniscal cuya intensidad de dolor no es muy aguda, puede derivarse en complicaciones más severas provocando problemas serios de movilidad.
La desinserción meniscal, o lesión de menisco, presenta unos síntomas claros como dolor intenso en la cara interna o externa de la rodilla. También limitación en el movimiento de la misma a partir de determinados ángulos al poder ser desplazada de su sitio o hinchazón por derrame articular. Y si, como en el caso de la jugadora de balonmano, se percibe que en el derrame hay sangre, la lesión de menisco va asociada a una lesión de un ligamento cruzado o fractura ósea.

Kathiely Lemes lleva jugando al balonmano desde los diez años. Empezó a practicar este deporte en el colegio con sus amigas y descubrió la pasión que sentía. La jugadora profesional del Alcobendas encaró la intervención, y posterior recuperación, con entereza y confianza en el equipo traumatológico de Clínica CEMTRO: “No hay que tener una mala actitud porque al final tienes un objetivo mayor que puede superarse”.
La exploración de rodilla es la base del diagnóstico para poder visualizar la pierna afectada y así observar si presenta hinchazón o hematomas. Ver cómo camina el paciente de tres formas diferentes: caminata normal, de puntillas o sobre sus talones, es otra de las técnicas de exploración recomendadas que facilitan mucha información al equipo médico.
El equipo de traumatología de rodilla también puede pedir ejercicios para valorar la gravedad de la lesión tales como intentar ponerse de cuclillas.
Tras una exploración física se recomienda una rx de rodilla para estudiar, si la estructura ósea tiene deformidades en valgo o varo. También hay que comprobar si el espacio articular entre los externos óseos sigue conservado o por el contrario se detecta alguna anomalía.
En el caso de Kathiely, se comprobó que podía existir una lesión de menisco, junto a la lesión de ligamento cruzado. Realizándose, de manera adicional, una resonancia para estudiar el menisco. De esta manera se pudo corroborar su rotura además de determinar el grado de luxación y ver si había o no derrame.
El equipo de Clínica CEMTRO, para finalizar la exploración de la zona, realizó una artroscopia de rodilla con el objetivo de ir determinando el tratamiento más adecuado para la paciente.
Para un deportista no es todo bonito en una operación. Hay días que estás con bajón, no quieres ir a ningún sitio y no quieres hacer nada, pero al final todo es como lo afrontas. Gracias al equipo del Dr. Cortés pude volver a jugar con mi equipo a los 6 meses desde mi operación.

Lesión de ligamento cruzado y menisco. Tratamiento y recuperación
El tratamiento dependerá de la gravedad de la lesión del ligamento cruzado, ver si lleva asociado una lesión de menisco y factores tales como la edad, estado óseo del paciente o posibles patologías previas.
Los tratamientos que pueden ser más conservadores, se suelen aplicar en pacientes que presentan lesiones degenerativas por edad y los tratamientos más serios en los que se valora la necesidad de intervención quirúrgica reparadora.
La artroscopia es la cirugía más utilizada en este tipo de traumas en el que se introduce una pequeña cámara, mediante una mínima incisión en la zona, para ver la en la articulación desde dentro y poder repararlo con el menor impacto en la recuperación. Intervención con una duración no superior a los 90 minutos pudiendo dar al paciente el alta el mismo día o al siguiente por la mañana.
El equipo de Traumatología de Clínica CEMTRO, desaconseja la extirpación total del menisco, conocida la práctica como menisectomía, al considerarse una medida demasiado agresiva que podría conllevar la aparición prematura de la artrosis compartimental de la rodilla.
Menisectomía parcial o sutura meniscal son los tratamientos más recomendados por el equipo médico siendo el segundo el que se prefiere para los pacientes si su caso es posible, ya que conserva el menisco íntegro obteniendo mejores resultados a lo largo del tiempo.
Una vez se realiza la intervención y el paciente abandona la Clínica, comienza la recuperación de la misma.

Si la intervención quirúrgica ha sido la meniscectomía parcial se podrá apoyar el pie prácticamente desde el primer día, aunque se recomienda un reposo continuado de una semana para fortalecer la rodilla. El tiempo de recuperación para hacer vida normal se estima en un mes o mes y medio.
Por el contrario, si realizamos la sutura meniscal el paciente debe estar en completo reposo, sin mover y sin apoyar la pierna, durante tres semanas. Terapia rehabilitadora para poder volver a la actividad deportiva a los cuatro meses desde la intervención.