Fracturas del hueso calcáneo

El calcáneo es un hueso muy importante, donde trasmitimos toda nuestra carga en la bipedestación.  Es un hueso muy duro en su superficie externa, cortical, pero con un interior muy esponjoso y de menor dureza.

Introducción

La fractura del hueso calcáneo es difícil y exige traumatismos de alta energía. Sin embargo, cuando se rompe, el interior esponjoso tiende a hundirse y la fractura se expande. Este tipo de fracturas ocurre típicamente al sobrecargar bruscamente el eje pierna-talón, generalmente después de un salto o una caída desde una altura considerable. Es una fractura muy frecuente como accidente laboral.

Al ocurrir por traumatismos de alta energía, muchas veces se presentan asociadas a otras fracturas de los miembros inferiores o de la columna dorsolumbar.

También puede ocurrir que la fractura no se deba tanto a un traumatismo directo como a una fuerza avulsora resultado de un mecanismo de torsión brusca. En estos casos, una torsión del tobillo produce el arrancamiento de un fragmento óseo, por desinserción de un tendón o choque de una prominecia ósea. El mecanismo es similar a los que producen los esguinces de tobillo.

Síntomas

Las fracturas de calcáneo producen un dolor severo con una imposibilidad casi total de apoyar el peo con peso. Sin embargo, hay tipos de fracturas como las del proceso anterior o las fracturas por avulsión del tendón extensor breve, que producen síntomas más leves y pueden confundirse con un esguince.

Diagnóstico

Las radiografías simples de tobillo, con proyecciones laterales y axiales suelen revelar la fractura. En casos de alta sospecha con radiografías normales; o cuando la radiografía muestra una línea de fractura y se sospecha afectación articular, se recomienda realizar un TAC.

Detectar la afectación articular es importante porque puede condicionar el tipo de tratamiento que va a realizarse. En las fracturas por traumatismos de alta energía es típica la afectación del cartílago que une el astrágalo con el calcáneo. Calcular el ángulo de Bohler es importante para detectar la afectación de la carilla articular y el desplazamiento de los fragmentos óseos.

Tratamiento

El tratamiento quirúrgico es complicado. Se recomienda esperar unas dos o tres semanas desde el impacto hasta que se pueda operar, debido a que la piel que recubre el talón da muchos problemas post quirúrgicos y es recomendable que baje la inflamación antes de la cirugía. Sin embargo, en casos de fracturas abiertas, fracturas con dislocación del tobillo o fracturas con afectación neurovascular asociada, la cirugía es urgente.

Durante la cirugía se puede usar material de osteosíntesis con placas y tornillos o tratamiento quirúrgico mínimamente invasivo con agujas intentando recomponer la cara articular desplazada.

El tratamiento conservador busca conseguir una buena recuperación de la anatomía del calcáneo sin necesidad de operar, evitando así una agresión quirúrgica y está indicado en fracturas sin afectación articular y sin desplazamiento de los fragmentos. Si no es así, deberá ser un cirujano experimentado el que valora la necesidad de operar y la opción quirúrgica más apropiada.

Recuperación

Las fracturas de calcáneo dan complicaciones con mucha frecuencia, tanto agudas como crónicas. De forma aguda pueden acompañarse de un síndrome compartimental, de necrosis de la piel, lesiones asociadas de la columna vertebral y dolor severo. De forma tardía la fractura puede producir un síndrome de dolor regional complejo (sudeck), osteomielitis, dolor crónico, atrapamiento nervioso… Además, a largo plazo es frecuente el desarrollo de artrosis subtalar o calcaneocuboidea.

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